Como tutor responsable de algún animal de compañía, es probable que sepas que «las mascotas y los fuegos artificiales» es un tema complejo. Se estima que al menos un 20% de los perros desarrollará miedo a los ruidos durante su vida; más de la mitad de estos perritos lo harán después del primer año de vida, y para 1/3 de los afectados, el inicio será gradual. También es posible que perros adultos presenten fobia a los ruidos de manera repentina. En dicho caso es importante descartar que la mascota no presente algún problema médico que le genere dolor, ya que en estos casos el miedo se ve exacerbado. Para empeorar la situación, los caninos que exhiben fobia a los ruidos, tienen mayor riesgo de presentar un cuadro conductual llamado “ansiedad por separación” posteriormente.
Si bien, gran parte del problema de los fuegos artificiales es el fuerte sonido que producen, no podemos olvidar los estímulos lumínicos y olfativos que los acompañan, y que también pueden generar miedo en nuestros animales de compañía. Pero como tutor responsable de un perro o gato, hay varias cosas que puedes hacer para ayudar a tu mascota, algunas se pueden implementar de forma inmediata, ya estando en la “emergencia misma” y otras requieren más tiempo para llevarse a cabo, pero suelen tener beneficios a largo plazo. Debes saber que 90% de los perritos temerosos pueden ser ayudados. En esta guía podrás aprenderlo todo sobre las mascotas y los fuegos artificiales. ¡Comencemos!
Mascotas y fuegos artificiales: signos de miedo.
Es importante que seas capaz de reconocer signos de miedo en tu mascota, hay muchos, pero dentro de los habituales podrías observar:
– Quedarse completamente inmóvil
– Tiritar/temblar
– Pupilas dilatadas
– Orejas hacia atrás y/o pegadas a la cabeza
– Cola hacia abajo o entre las piernas
– Cuerpo agachado o con postura encorvada
– Salivación
– Jadeo
– Búsqueda de atención
– Esconderse
– Orinarse
– Defecarse
– Huir/escapar
¿Qué puedo hacer por mi mascota si ya no queda tiempo para los fuegos artificiales?
Puedes tomar algunas de las siguientes medidas inmediatas:
1.- Organiza el ambiente.
– No encierres a tu mascota y otórgale libre acceso a sus zonas de escondite favoritas. El que le permitas esconderse es probablemente lo más importante que puedes hacer para ayudarla a sobrellevar esta situación de estrés.
– Disminuir los estímulos aversivos (ruido, luz, aromas) al acolchar el escondite con almohadas y/o telas; también puedes acercarle ropa que haya usado su persona favorita y que por lo tanto tendrá un aroma tranquilizador, pero lo ideal sería que dicha persona acompañe a la mascota todo el tiempo necesario para darle contención.
– El escondite debe ser un lugar lo más tranquilo y acogedor posible, pero también debe ser seguro, en el sentido de que tu mascota no pueda romper algo y lastimarse, o bien, escapar del hogar.
– En caso de que la luz de los fuegos artificiales ingrese por debajo de la puerta o por las ventanas, es importante que cierres muy bien las cortinas y mantengas la luz de la habitación encendida.
– La presencia de otras mascotas “amigas” y que no tengan miedo, puede ser de utilidad.
– Enmascarar los ruidos utilizando sonidos conocidos que no produzcan temor en tu perro o gato, por ejemplo, dentro de los electrodomésticos pudiera ser la lavadora, también puedes encender la radio o la televisión, u optar por musicoterapia. Respecto a esta última, si bien la música clásica ha demostrado tener una frecuencia calmante para perros y gatos, existen dispositivos (parlante portátil, collar reproductor musical, descarga de canciones mediante una suscripción mensual) que reproducen música con una frecuencia científicamente modificada con la capacidad de calmar a distintas especies animales, y funcionan de forma especie específica. Podrías considerar adquirir orejeras con cancelación de sonido para tu perro, pero éste debe estar acostumbrado previamente a su uso, para que al colocárselas no se asuste más.
2.- Distracciones.
– Realiza con tu mascota actividades que retengan su atención y lo mantengan enfocado, por ejemplo, realizar una sesión de adiestramiento, jugar, darle algún premio que pueda morder, o que utilice un comedero tipo puzle.
– Tu propio comportamiento.
– Mantén la calma, ya que tu estado mental, actitud y voz influencian a tu mascota. Evita las voces alegres, y también las tristes. Por ningún motivo castigues físicamente a tu perro o gato, no lo regañes, ni uses un tono de voz firme, en esta situación puede ser contraproducente.
3.- Aromas y feromonas.
– En el mercado existen feromonas apaciguantes sintéticas para perros y para gatos, las cuales se venden en distintos formatos (collar, difusor eléctrico, spray), puedes usar para ambas especies en el mismo ambiente sin problemas, no tienen efectos secundarios; se recomienda que se utilicen de forma continua por siete días mínimo previo al evento estresante, e idealmente durante un mes.
– Algunos aceites esenciales como el de lavanda o el de manzanilla poseen efectos ansiolíticos, los cuales puedes utilizar mediante difusores eléctricos. Es importante que compres aceites certificados de calidad farmacológica o bien, productos de aromaterapia especialmente formulados para animales (productos veterinarios), ya sea para uso directo sobre la piel o bien, para uso con difusor ambiental. Respecto a los aceites esenciales (aromaterapia) te recomiendo que hayas acostumbrado a tu mascota a percibir estos aromas en situaciones de tranquilidad y relajo, para que los asocie a dichas instancias, ya que si los perciben sólo durante situaciones estresantes, estos aromas podrían terminar generándole miedo y no tranquilidad.
4.- Presión corporal.
El acariciar o abrazar a tu mascota cuando está asustada puede ser positivo o negativo dependiendo de cada individuo, si lo haces y ves que los signos de miedo empeoran, no insistas.
En el caso de mascotas que sí se ven beneficiadas por la presión corporal, pueden utilizarse vestimentas compresivas especialmente diseñadas para disminuir la ansiedad, las cuales deben colocarse poco tiempo antes de que inicie la situación estresante. Si decides usar este tipo de vestuario con tu mascota, deberás haberla acostumbrado previamente.
5.- Ejercicio y masaje.
– Dale un largo paseo a tu perro antes de que comience el evento pirotécnico, así podrá liberar energía, pero mantenlo todo el tiempo con correa a modo de precaución, en caso de que ocurrieran ruidos inesperados.
– Existe una terapia corporal llamada Tellington-Touch (T-Touch) la cual implica ejercer presión sobre determinados puntos del cuerpo para producir una sensación de contención y mejorar las respuestas en situaciones de estrés; puede realizarse mediante una técnica específica de masaje manual o al utilizar un vendaje que comprime sitios corporales específicos.
6.- Dieta especializada.
– Existen alimentos comerciales para mascotas cuyo objetivo es calmar a los animales ansiosos. Estas dietas requieren un tiempo de uso de dos a cuatro semanas para que produzcan su efecto. También hay suplementos nutricionales y premios con la misma finalidad que estas dietas especiales.
– Es importante siempre consultar con su médico veterinario para determinar los productos idóneos para tu mascota.
¿Qué puedo hacer por mi mascota si aún hay tiempo previo a los fuegos artificiales?
1.- Evaluación médica.
Es importante que un médico veterinario revise a tu mascota en búsqueda de patologías dolorosas que pudieran estar exacerbando sus miedos. En caso de requerirse, el médico podría recetarle medicamentos ansiolíticos seguros para situaciones estresantes, o bien, derivarla a interconsulta con un etólogo (médico veterinario especialista en conducta animal).
Si tu perro presenta miedo a los ruidos, es muy probable que empeore con el tiempo. Sólo un 4% de los caninos afectados se recuperan sin intervención.
2.- El entrenamiento es importante, cuando hablamos de mascotas y fuegos artificiales.
Con el entrenamiento adecuado es posible ver cambios positivos en tu mascota, pero conlleva tiempo y constancia.
– Lo recomendable es utilizar los sonidos que a tu mascota le dan miedo, mediante una grabación por ejemplo, y exponer sistemáticamente y de forma continua a tu mascota a este “audio”, pero, debes utilizarlo a un nivel de volumen tan bajo, que tu mascota a pesar de notar el sonido permanezca relajada. Cuando esté relajada, debes entregarle algún elemento positivo irresistible (premio, un juguete o caricias), y luego incrementar un poco el volumen. A medida que tu mascota vaya asociando el sonido a elementos positivos, y se mantenga relajada, irás subiendo el volumen gradualmente, y evaluando su comportamiento, si comienza a presentar signos de miedo, deberás volver al nivel de volumen anterior en el cual si era capaz de mantenerse relajada.
– La finalidad es que comprenda que cada vez que estos sonidos están presentes, será premiada. Este tipo de entrenamiento se hace en sesiones cortas varias veces a la semana, por ejemplo, sesiones de 10 minutos cinco veces por semana, esto resulta más efectivo que realizar pocas sesiones mucho más largas.
– Es conveniente que dispongas de un área segura y cómoda para tu mascota, dónde pueda apartarse para estar tranquila cuando lo requiera, lugar que podría convertirse en un escondite para cuando sea necesario.
– Cuando se aproxime una fecha con fuegos artificiales (si la acostumbras antes, mucho mejor), puedes llevarla todas las tardes a ese lugar seguro, entregarle juguetes, premios, o caricias, y pasar tiempo de “relajación” con ella en dicho lugar.
3.- Prevención.
– Si adoptas a un cachorro o gatito pequeño, aunque no presente miedo a los ruidos en ese momento, podría desarrollarlo posteriormente, por lo tanto es importante que realices el entrenamiento descrito en el punto anterior.
– Existe una ventana de tiempo llamada “periodo de socialización”, que en el caso de los perros va desde las 3 a las 12 semanas, mientras que en los gatos va desde las 3 hasta las 9 semanas de vida. Es importante que durante dicho periodo las mascotas tengan contacto controlado y seguro con la mayor cantidad de estímulos posibles, evitando así varios tipos de miedos a futuro. Lo anterior también es útil para acostumbrarlos a diversos manejos que pudieran requerirse, como corte de uñas, baños, el examen médico, viajes en auto, contacto con personas de distintas edades, etcétera.
Recuerda, durante una situación atemorizante, debes evitar la huida de tu mascota (mantener puertas y ventanas cerradas). Lamentablemente, cuando esto sucede, son pocas las que logran volver a casa. Mantén a tu perro y gato siempre correctamente identificados, con placa (con sus datos personales) y microchip.
Lecturas complementarias:
Los cinco dominios del bienestar animal
El estrés en los gatos, lo que necesitas saber.
7 Propósitos de año nuevo para el bienestar de tu mascota
¿Necesitas atención veterinaria?
Reserva una hora con nosotros
Estamos ubicados en Av. Brasil 7792, Renca
